Cuando tenemos un pariente con lesión cerebral la familia por completo se ve afectada en su rutina, actividades, costumbres, etc.
Bien sea que uno de los miembros tenga el rol de cuidador y esté dedicado más tiempo al niño o adulto con lesión cerebral. La familia en general debe integrarse y adaptarse a las necesidades especiales de ese ser querido, para contribuir a que pueda alcanzar la máxima independencia y funcionalidad que le sea posible dentro de su afección y tener una perfecta integración familiar.
Por eso no se deben excluir de compartir en conjunto, ni mucho menos forzarlos a que participen de forma activa cuando no se sienten en capacidad de hacerlo.
Más bien, como familia se debe crear una dinámica para las actividades diarias y especiales en función de la persona con lesión cerebral.
Integración familiar de un adulto o niño con lesión cerebral
Digamos que no es una tarea fácil, pero si todos los miembros de la familia se apoyan en el proceso, conseguir una integración familiar es posible.
Para ello, es fundamental la ayuda de especialistas que orienten a los familiares sobre cómo puede ser la convivencia diaria y los cambios que deben experimentar para que ese ser querido con una lesión cerebral forme parte activa del núcleo familiar.
Para que esto pueda ser posible se debe:
Compartir actividades cotidianas en casa ayuda a la integración familiar
Organizar las comidas, actividades de rutina y recreativas en función a nuestro niño o adulto con una lesión cerebral. Es decir, que si este debe comer a una hora determinada puedan hacerlos todos al mismo tiempo y así compartir la mayor parte de los integrantes de la familia.
Si van a salir de paseo, que sea a la hora más adecuada para el paciente, donde va a poder disfrutar y sentirse a gusto.
Ayudarse en las tareas del cuidador y las terapias para la integración familiar
Muchas veces la responsabilidad del cuidado, control médico y rehabilitación recae en un pariente del niño o adulto con una lesión cerebral.
Sin embargo, si la carga es compartida, como familia se integran más y ayudan a fortalecer los lazos afectivos y a la integración familiar del paciente.
Además, mientras más personas participen en las actividades terapéuticas en casa, serán mayores y más rápidos los avances que conseguirán en la independencia del paciente.
Hacer una parte de la rutina diaria compartida
Cada día deben crear momentos en el que coincidan los miembros de la familia y el adulto o niño con lesión cerebral, de manera que este pueda crear lazos de confianza y consiga expresarse con libertad ante cualquier miembro de su núcleo familiar.
Además, antes de tratar de incluir a un paciente a las actividades sociales fuera de casa, debemos hacerlo parte del núcleo familiar y todos ser conscientes de sus requerimientos, gustos, preferencias, deseos y opiniones.
Por eso, en la fundación Uner ayudamos a la familia a reorganizarse e integrar al adulto o niño con afectación cerebral y adaptarse emocionalmente a esta situación.
¡Escríbenos para apoyarlos en este proceso!